
La verdad es que se comprende perfectamente el fracaso del grupo viendo el video de su primer disco. El Duo Dinámico que tantos éxitos había cosechado en su carrera discográfica fracasa estrepitosamente en el lanzamiento de las tres chicas. Las canciones son francamente horrorosas caracterizadas por una letra extremadamente cursi y facilona.
En Rema, rema marinero todo falla estrpitosamente: desde el escenario hasta la vestimenta pasando por la coreografia de nuestras tres amigas. El escenario es francamente horrendo: un bodrio absoluto propio de la moda que por entonces trajo a España el realizador rumano Valerio Lazaroff. En él se mezclan la iconografía propia de las iglesias de los curas rojos con la cara de las protagonistas encendiéndose y apagándose continuamente. La coreografía es lamentable siendo lo más destacado la pata de jamón que enseñan las tres protagonistas cuando imitan el movimiento del remo. Y la guinda llega con la vestimenta en la que aparecen caratcerizadas con la indumentaria que se llevaba en España durante la época de los Reyes Católicos lo cuál ligado con la temática de la canción desemboca en un patético homenaje al descubrimiento de América que abochornaría al mismisimo Cristóbal Colón. Una canción para olvidar...
Flor de viento no resulta mejor parada. La canción es francamente insustancial y las protagonistas aparecen confundidas con el cortinaje del escenario en el patético homenaje que rinden a la antigua Grecia vestidas como odaliscas. Y por último llega Eso es el amor la canción más célebre de este trio y la única que merece ser salvada. Se observa una franca mejoría con resepcto a las dos canciones empezando por el escenario que es discreto y minimalista. La vestimenta es la adecuada a los tiempos que corrían y la coreografía nos muestra a unas acuarias perfectamente corridnadas en todos sus movimientos salvo en determinados momentos que rozan el ridiculo cuando parecen estar defecando en lugar de bailar.
Y esto es todo sobre las acuarias que como flor de viento pasaron sin pena ni gloria.
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